
Por el Derecho a la vida, para que la vida florezca en nuestras comunidades.
Esta novena fue realizada es un espacio de construcción colectiva y fraterna por: Fundación Creciendo Unidos, Parroquia Villa Javier, Escuela Popular de Artes Oficios (EPAO)
FUNDACION CRECIENDO UNIDOS, tiene sus inicios en 1986, cuando Hugo Fernández Nilo, junto con un grupo de educadores sociales, motivados por la pedagogía de la ternura y el contacto directo con la población de la calle, y en la calle, decide explorar los sueños e intereses de estas personas, sobre todo con los niños y las niñas, para que decidan y participen en todo cuanto concierne a su vida, presente y futura.
"Los contactos iniciales se hacen con los niños que trabajan en el Cementerio Central en la limpieza de tumbas o colocando flores en las partes altas de éstas" para lo cual utilizaban escaleras, que les alquilaban los celadores del cementerio. Una de las labores era conseguir que cada niño tuviera su propia escalera y para ello uno de los mausoleos se acondicionó como lugar de reuniones, de encuentro y de improvisados talleres (como es el de carpintería, para construir las primeras escaleras, o el de lectoescritura). Así se ideó la primera casa taller, un espacio de formación y capacitación para el trabajo digno, desde una perspectiva histórica y social.
En el proceso afectivo, lúdico y de acompañamiento se observó que la mayoría de los niños no sabía leer ni escribir; habían desertado de la escuela en los primeros meses de educación y se habían lanzado al mundo del trabajo desde los 6, 7 u 8 años de edad.
A medida que la experiencia va creciendo, niños provenientes de la plaza de mercado o de la economía informal (vendedores de dulces, cigarrillos, lustrabotas, entre otros) se reúnen con Hugo y su equipo de trabajo. El crecimiento y proyección de la experiencia de defender a los niños y niñas frente a los diferentes casos de explotación, así como escucharlos, brindarles afecto, jugar con ellos, hace que las directivas del Cementerio busquen desalojar al grupo de niños y educadores que se reunían allí.
Pronto un periodista del periódico El Tiempo hace un reportaje desde el cementerio con esta rara y singular experiencia. La noticia se extiende a los canales nacionales. En ese momento una familia manizalita reconoce en lo que se ha convertido su tradicional mausoleo y viaja a Bogotá para reclamar su espacio. No obstante, la familia termina sensibilizada y comprometida en el apoyo de los niños.
Con el transcurso del tiempo, la experiencia se multiplica y es ahí donde se ve la necesidad de tener un espacio de referencia. Se arrienda, entonces, una habitación en las inmediaciones del barrio Villa Javier, al suroriente de la capital, donde se inician en forma sencilla e incipiente talleres de cestería, elaboración de escobas y traperos.
Allí diariamente asistían los niños a una capacitación, a hablar con Hugo de esperanzas y desesperanzas, de la problemática familiar, del maltrato de la Policía, entre otras cosas.
Parte de este trabajo es el producto de una serie de investigaciones que se realizan en Colombia frente al quehacer socioeconómico de los niños trabajadores. Aquí cabe destacar a María Cristina Salazar, con quien se establecen fuertes vínculos de afecto y apoyo concreto a esta naciente experiencia. En 1990, su libro Niños y jóvenes trabajadores es premiado por la UNICEF y parte del premio es donado a la creciente experiencia que desde ese momento empieza a llamarse Casa Taller del Menor Trabajador.
Con las nuevas adquisiciones el programa siente la necesidad de poseer un local mejor y es cuando se traslada a una sede más amplia. A partir de ese momento la fundación alemana Terre des Hommes se vincula en apoyo solidario.
Posteriormente, se abre la Casa Taller de San Martín como resultado de un trabajo popular y comunitario llevado a cabo por estudiantes universitarios, madres comunitarias, en una de las zonas más deprimidas y marginales de la capital y donde por laslíneas de pobreza un sinnúmero de niños y niñas desarrollan gran cantidad de trabajos forzados y de explotación.
"Hoy, después de 20 años, un grupo de niños, niñas y adolescentes trabajadores (Nats) y educadores y educadoras hemos continuado este sueño" el de promover y defender los derechos de los niños y las niñas trabajadores, de acompañarlos en la consecución de un trabajo digno, de una legislación que los proteja y de una sociedad que los vea comos ciudadanos protagónicos de sus propios sueños e intereses
PARROQUIA SAN JAVIER, dirigida por la Compañía de Jesús, con Espiritualidad Ignaciana, cuyo lema es " En todo Amar y Servir" con un espíritu misionero, cuenta con diversos grupos pastorales que atienden a las necesidades de nuestra comunidad.
El equipo de trabajo ALFAREROS es uno de ellos y su misión es apoyar en la formación humana y espiritual de los diferente grupos y comunidades, dando prioridad a las instituciones existentes en nuestro sector.
Este año en Casa Taller se inició un trabajo en el mes de junio con los niños y jóvenes apoyando su formación en Valores a través de dinámicas, música, talleres, etc.
Dirección, Cr. 5A No. 8-49 sur. Tel 3334102.
La FUNDACION ESCUELA POPULAR DE ARTES Y OFICIOS EPAO, nace como la idea de un grupo de estudiantes universitarios, interesados en fomentar el pensamiento critico de la población vulnerable de diferentes localidades de la ciudad de Bogotá. La EPAO se consolida como un proyecto de educación no formal, que pretende aportar a la construcción de proyectos de vida por parte de sus participantes, aportando herramientas para su desarrollo integral y, desde un punto de vista humanista, fortalecer aspectos como el intelectual, espiritual, político, filosófico, artístico, manual, social y ambiental.
Nuestro trabajo práctico está dividido en Ejes temáticos como son: Arte y cultura, Oficios, Cultura Política y Derechos Humanos, Ecología y Medio Ambiente.
Dichos ejes están complementados por Ejes transversales como: Pedagogía de la esperanza, Equidad de géneros, DHESCA: Derechos Humanos, Económicos, sociales, culturales y ambientales, Psicosocial - holístico: cuerpo, mente, espíritu, energía, conciencia.
Consideramos que dicha estructura asegura en nuestra propuesta un desarrollo tanto intelectual como espiritual siendo un vínculo directo con las grandes temáticas que se debaten en el mundo.
Nuestra metodología, consecuente con nuestra orientación temática, es atravesada por dos enfoques permanentes, como son, la mirada histórica, entendida como la necesidad de que los y las participantes se vean en un contexto social e histórico, y el principio de realidad, haciendo énfasis en el análisis de la situación local, nacional e internacional.
Para la actualidad y consientes de la necesidad de trabajar en Red, hacemos parte de una propuesta participativa que reúne varias organizaciones de la localidad de Bosa llamada la MULTIRED ALIMENTARIA DE BOSA quien se plantea el tema de la alimentación en torno a los comedores comunitarios
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